martes, 14 de mayo de 2013

Habilidades para el trabajo | Blog Humanum

Habilidades para el trabajo | Blog Humanum


Actualmente 14.3% de los y las jóvenes de entre 15 a 24 años en América Latina y el Caribe están desempleados. Los más afectados son los jóvenes que han completado la secundaria o el bachillerato, y en algunos casos el nivel universitario[1].  En efecto, un mayor desempleo entre jóvenes graduados de bachillerato y universitarios podría sugerir un desajuste entre la oferta de habilidades o capacidades (de una fuerza de trabajo cada vez más educada) y la cambiante demanda de trabajadores en sectores particulares de la economía. Entre 1990 y 2010, la proporción de la fuerza de trabajo en la región con al menos educación secundaria se incrementó de 40% a 60%, lo que podría sugerir que hay una sobre oferta de este grupo de capacidades o de cualificación y o que la expansión de la educación secundaria no ha sido acompañada de mejoras en la calidad de la educación.
¿Cómo explicar este fenómeno si, a diferencia de lo ocurrido en la Unión Europea, los países de la región se encuentran en su décimo año de crecimiento económico y han aumentado de forma acelerada su inversión en capital humano?
El último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre “Tendencias de empleo global para jóvenes en 2013, una generación en riesgo” entrega una pista al sugerir que existe un desajuste entre la demanda y la oferta de habilidades medidas como nivel educacional y áreas de conocimiento. Estos estudios de desajustes entra la oferta y la demanda de trabajadores usan como proxies niveles educacionales, muchas veces por falta de información sobre habilidades específicas disponibles y requeridas en el mercado de trabajo.
Es importante tener en cuenta que el capital humano toma muchas formas y por lo tanto existen distintos tipos de desajustes posibles: idiomas, uso de la tecnología o habilidades socio-cognitivas, todas ellas necesarias en economías con un sector de servicios creciente. Además del desajuste asociado a los cambios en la estructura de la economía, el desempleo juvenil entre los graduados de bachillerato podría estar asociado a la baja calidad de la educación recibida por individuos de de los quintiles de ingreso más bajos que asisten en su mayoría a escuelas públicas. En este sentido, mayores niveles de educación no necesariamente están asociados al desarrollo de las habilidades requeridas en una economía cambiante.
Gráfico 1: Puntajes PISA en escuelas públicas y privadas en los países participantes de América Latina
Fuente: Elaboración de los autores basado en datos de PISA 2009. Los puntajes representan el promedio de ciencias, matemáticas y lectura para escuelas públicas y privadas en los países participantes. El valor de OCDE representa la media para todos los países miembros de la OCDE – cada país contribuye de manera igual al promedio.
¿Cuál es la importancia de las capacidades no-cognitivas en la acumulación de capital humano?
Las definiciones genéricas de capacidades no-cognitivas están divididas en rasgos de la personalidad, sociales y emocionales. Los cinco grandes rasgos de la personalidad que se consideran como determinantes importantes de la productividad y los retornos a la educación son: la apertura a nuevas experiencias,  la responsabilidad, la extroversión, la amabilidad y el neuroticismo (que se refiere a la estabilidad emocional).
Los expertos en recursos humanos de las empresas disponen de sólida evidencia respecto del efecto positivo de las capacidades no-cognitivas en la transición entre escuela y trabajo, la productividad y los salarios. Pese a esto, no existen datos suficientes para medir las capacidades no-cognitivas. Un estudio del año 2010 realizado en Argentina, Brasil y Chile sugiere que, durante los últimos años, más del 50% de las empresas ha aumentado sus requerimientos de habilidades cognitivas y no-cognitivas necesarias para sus trabajos. Esta demanda de habilidades no-cognitivas por parte de los empleadores es particularmente fuerte en actividades profesionales (70% de los entrevistados), pero también en procesos y operaciones (50%), y en oficinistas, vendedores y servicios (40%). Sobre todo en el sector servicios y profesional, actualmente en expansión en América Latina, se le otorga un gran peso a las habilidades de conocimiento y socio-emocionales. Es únicamente en el sector manufacturero -industria automotriz- que las capacidades especificas – técnicas, son más valoradas. El estudio sugiere que estos cambios se deben a que, las nuevas tecnológicas de la comunicación y la información y la importancia del computador como principal  instrumento de trabajo así como el desplazamiento del sector de las manufacturas hacia los servicios, han incrementado la importancia de ciertas habilidades socio-emocionales, junto con las específicas y las de conocimiento.
Para enfrentar esta problemática debemos trabajar en dos frentes. 1. Tomar medidas más ambiciosas para mejorar la calidad de la educación secundaria en la región y 2. Incentivar la recolección de datos para lograr entender con más detalle este desajuste entre la oferta y la demanda de habilidades no-cognitivas. Este análisis debe tener en cuenta la diferencias según nivel de formación (primario, secundario, técnico y tecnológico y universitario) y las necesidades técnicas, analíticas y no-cognitivas del sector manufacturero y del sector servicios en expansión en la región.

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