sábado, 25 de mayo de 2013

El planeta protesta contra los transgénicos de la empresa Monsanto


Más de 200.000 personas en casi 40 países y cinco continentes. El mundo dice "NO" a la empresa Monsanto y otras similares, que fabrican productos genéticamente modificados. EEUU, Argentina, Francia, o Australia, son algunas de las naciones que se suman a la iniciativa.
Indignados por la inacción de los Gobiernos frente al problema, los activistas de cientos de ciudades como Nueva York, Chicago, Montreal, Berlín, París, Bruselas y Melbourne salen a las calles para protestar pacíficamente contra la corporación estadounidense de agroquímicos.
El mundo lanza su voz para recordar el efecto perjudicial que tienen los productos transgénicos y que ampliamente son producidos por los gigantes bitecnológicos sin ningún impedimiento. Numerosos estudios han demostrado que los productos transgénicos son altamente dañinos para la salud y pueden causar cáncer, infertilidad e incluso malformaciones en los fetos, aseguran.



Colectivos de activistas y organizaciones ecologistas denuncian el poder de las grandes multinacionales productoras de transgénicos que dominan las políticas gubernamentales y las vidas humanas.

El 'no' definitivo a los productos transgénicos. El mundo entero ha escogido a la empresa Monsanto como blanco de su ira por estar a la vanguardia de la fabricación de productos genéticamente modificados e insecticidas. La protesta a nivel mundial en contra de la transnacional reúne a todos aquellos que se preocupan por el reemplazo en las estanterías de las tiendas de los productos naturales por los híbridos de la ingeniería genética.

Los activistas tratan de que la gente no compre alimentos con los ojos cerrados. Para ello han creado una lista de empresas que utilizan los productos de Monsanto y cuyos artículos instan a boicotear. En ella están presentes marcas como Coca Cola, Pepsi, Lipton, Pringles y Heinz tan habituales para millones de personas. Los defensores de los productos naturales creen que evitando la producción en masa se podrá garantizar que la gente no consuma productos potencialmente dañinos y que Monsanto no siga con ello llenándose los bolsillos.

En Europa, miles de activistas marcharon por las calles de Berlín, Londres, Bruselas y otras ciudades condenando al gigante de biotecnología por la distribución de semillas transgénicas que según se cree son altamente perjudiciales para la salud. 

En EEUU, se estima que 48 estados participan en la movilización. Latinoamérica no se queda fuera de la iniciativa y en varios países de la región se han convocado manifestaciones masivas. Ignacio Jubilla describe a RT las protestas en Argentina.


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