domingo, 6 de mayo de 2012

No es un cambio de figuritas...

Dmitri Medvédev, presidente saliente de Rusia , y tras cumplir un solo mandato, el próximo 7 de mayo abandona el Kremlin donde pasó cuatro años. ¿Cómo lo recordarán dentro y fuera del país, y cuál es la herencia, si la hay, del hombre quien fue cuidadosamente seleccionado para ser sucesor y predecesor de Vladímir Putin?.
Desde su inauguración en una solemne ceremonia en el Palacio Estatal del Kremlin en mayo de 2008, Medvédev siempre ha enfrentado numerosos obstáculos en su intento de dejar al menos una huella de su presidencia, la que según críticos, fue nada más que un acuerdo político.

“Señoras y señores, el presidente de Rusia, Vladímir…”, y la muchedumbre retumbó cuando lo dijo el presentador en un foro energético en San Petersburgo, celebrado un mes después de que Medvédev asumiera la jefatura del Estado. El locutor corrigió su error antes de que la palabra “Putin” se escapara de sus labios.
Medvédev sonrió, apenas interrumpió el paso subiendo al escenario. No obstante, el error del locutor simbolizaría su presidencia, ya que a pesar de sus esfuerzos, fracasó en su intento de salir de la sombra de su poderoso mentor, quien tuvo que ceder ante la Constitución que prohíbe ejercer más de dos mandatos presidenciales consecutivos aunque permanece reticente respecto a plazos subsiguientes.
Al otro día de su inauguración, el nuevo presidente ruso designó a Vladímir Putin primer ministro y así preparó la base para gobernar juntos el país más grande del mundo, o como lo calificó la embajada de Estados Unidos en Moscú en una correspondencia diplomática que se filtró a la prensa en 2010, que “Medvédev y Putin son Robin y Batman”.
Con una estatura de 163 centímetros, Medvédev resultó ser aún más bajo que el diminuto Putin y pronto fue apodado “nano-presidente” por blogueros quienes, por ironía, llegaron a obtener un creciente papel social gracias al nuevo inquilino del Kremlin.
Y el pasado mes de septiembre, Medvédev anunció que no buscaría la reelección para abrirle paso al regreso de Putin, “político de mayor autoridad de Rusia”, y así se quedó indefenso ante las acusaciones sobre su irrelevancia política y otras aún más duras. Es verdad que Putin ha decidido nombrarlo primer ministro, pero algunos, incluso entre sus asesores, dudaron de que fuera apto para el respectivo cargo.
Fue una final vergonzosa de la presidencia que pareció muy prometedora aunque por poco tiempo.
Grandes expectativas
Aficionado a la banda rock Deep Purple, de maneras y aspecto académicos, con pasión por la tecnología, Medvédev desde un principio fue caracterizado por la clase media rusa y comentaristas occidentales como una fuerza liberalizadora, un antídoto a Putin, duro ex oficial de KGB (Comité de Seguridad Estatal). Y lo más importante fue o al menos así pareció, que era el primer líder ruso cuyas visiones políticas se forjaron fuera del servicio en el sistema soviético.
Y pese a la indudable lealtad a su compatriota Putin, también procedente de San Petersburgo, Medvédev, ex abogado y ex jefe del gigante energético ruso Gazprom, manifestó cierta independencia a lo largo de los cuatro años de su presidencia, y por lo que parece, se permitía críticas indirectas contra Putin respecto a ciertos asunto tipo Libia o el caso del magnate encarcelado Mijaíl Jodorkovski.
“La libertad es mejor que la no libertad”, dijo Medvédev a principios de su presidencia, y cuando en diciembre del año pasado estallaron protestas sin precedentes contra Putin y su gobierno, fue el presidente quien ordenó a la policía emplear la táctica de mano suave, según lo reportaron fuentes del Kremlin, citadas por prensa. Cuando comenzaron las protestas fue el mismo Medvédev quien propuso amplias reformas para restablecer ciertas libertades políticas, reprimidas por Putin en 2004 con el fin de combatir lo que denominó la “epidemia de la desintegración” que amenazaba a la seguridad nacional.
Pese a las promesas de Medvédev de crear “una sociedad más abierta”, las reformas todavía están por implementarse. Asimismo, Medvédev no alcanzó los objetivos asumidos de modernización, liberalización ni lucha contra la corrupción tan arraigada en Rusia. Respecto a la corrupción, a principios de 2011 admitió que su campaña “no tuvo éxito”, confesó que tuvieron “absoluta razón” los escépticos que auguraron el fracaso de su intento de eliminar el injerto que siempre ha ubicado a Rusia en un 150 lugar en la lista de los países más corruptos, elaborada por la ONG Transparency International. En su último mensaje al Consejo de Estado a finales del pasado abril, Medvédev fue más desafiante al profesar que todavía continúa la lucha para que los rusos renuncien a los sobornos y la extorsión.
No obstante, según críticos, las promesas de Medvédev de que seguirá la lucha contra el injerto maligno cuando asuma el cargo de primer ministro, serán nada más que palabras vacías, similares a las que han caracterizado toda su presidencia.
“Durante su mandato prometió mucho pero hizo poco”, dijo Elena Pozdniakova, experta del Centro de Tecnologías Políticas, basado en Moscú. “Los ciudadanos cifraron su aspiraciones en Medvédev pero quedaron desilusionados”, agregó.

“Medvédev no ha dejado una impresión clara”, dijo el politólogo Serguei Mijeev, y agregó que “es imposible decir a ciencia cierta cuál fue su trabajo”.
“Actuó de manera muy controvertida, y su gobierno y acciones amorfos impiden obtener una opinión firme sobre él”, señaló. “Lo recordarán como un presidente de segunda categoría, controlado por Putin.”
Y como uno quien intentaba imitarlo, según señalaron muchos. Unos meses después de la investidura a la presidencia, la voz normalmente suave de Medvédev experimentó ciertos cambios, adquirió un estilo de habla lacónico tan similar al de su predecesor.
“Sin duda, fue hecho premeditadamente”, dijo Pozdniakova, “para que Medvédev pareciera un presidente al que aspiraba la vasta mayoría de electores rusos, un líder duro y severo”.
Liberales envalentonados
Aunque Medvédev no justificó las expectativas, los años de su presidencia se marcarían con una renovada pasión por la política, nunca vista desde los principios de los 1990. La “clase creativa” liberal de Rusia, así se les denominó a los rusos recién enriquecidos y educados, se ha formado durante la presidencia de Medvédev, y es posible que el líder más joven del país del último siglo no le haya otorgado poderes pero sí la ha envalentonado.
Es posible que Putin se atribuya el mérito de que una generación rusa joven y brillante salió a las calles para protestar contra su gobierno en invierno pasado, puede denominarlos también producto de su gestión en el país desde 2000, pero muchos expresaron su seguridad de que no fue ninguna coincidencia que la alarmante politización de una generación, antes considerada apática y obsesionada con los “gadgets” se produjo en la época de Medvédev.
“Al criticar la situación, Medvédev creó un ambiente en el cual la clase media pudo politizarse”, dijo el director del Centro Berthold Beitz para los asuntos de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, con sede en Berlín, Alexandr Rahr. “Dio a los jóvenes un impulso para cambios.”
“Intentó llevar una política liberal, pero le salió a medias”, indicó Rahr. “A lo mejor no tenía un equipo adecuado o no logró atraerlo, pero sentó bases para un próximo cambio en Rusia”, agregó.
Muchos lanzaron críticas contra la presidencia de Medvédev y sus inclinaciones liberales.
“Con Medvédev había un abismo entre la retórica sobre la democracia y la realidad”, dijo la experta Lilia Shevtsova del Centro Carnegie de Moscú. “Medvédev dio un duro y decisivo golpe al instituto de la democracia en Rusia y lleva la responsabilidad por su descrédito.”
La experta destacó también que la contradicción entre las promesas de Medvédev y la realidad política de Rusia hizo desencadenar las protestas masivas que azotaron Moscú en invierno.
“Para los rusos educados de hoy Medvédev es lo mismo que fue Brezhnev para los soviéticos, les inspira la misma sensación de náuseas”, dijo.
Escenario global
En unos meses de su ascenso al Kremlin, Medvédev afrontó unas de las más graves crisis de asuntos exteriores de todo su mandato presidencial, cuando la vecina Georgia lanzó un ataque nocturno contra la separatista república de Osetia del Sur en agosto de 2008.
La diminuta Osetia del Sur, junto con la otra república, Abjasia, se separó de la Georgia soviética tras el sangriento conflicto de la Perestroika y para el año 2008 la mayoría de sus 70.000 habitantes han obtenido ya pasaportes rusos.
Aunque Osetia del Sur no es parte de Rusia, un grupo de cascos azules rusos se encontraban en la zona, y algunos fueron asesinados en el ataque de Georgia contra la capital de la república, Tsjinvali, así que Medvédev ordenó a las Fuerzas Armadas de repeler con fuerza el ataque. No obstante, el mismo Medvédev luego retiró a los militares desde el interior de Georgia e inició negociaciones con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para poner fin a la guerra de cinco días.
“Pese a declaraciones duras durante la guerra, resultó ser bastante diplomático para detener la guerra, sin introducir las tropas en Tbilisi y aceptó las negociaciones con el Occidente para arreglar la situación”, dijo el experto Rahr.
La presidencia de Medvédev fue marcada también por el tal pregonado “reinicio” de las relaciones bilaterales con Estados Unidos, y la firma del importante tratado sobre reducción de armas estratégicas con la Casa Blanca. No obstante, se quedaron desacuerdos sobre el plan estadounidense para el escudo antimisiles en Europa.
“Lo recordarán como uno quien firmó el Tratado START con Estados Unidos e hizo un paso adelante para escapar de la herencia de la Guerra Fría”, dijo Rahr. “No fue fácil, numerosos políticos influyentes del Occidente aspiraban a una política de contención y no de aproximación con Moscú”.
Aunque Medvédev se atribuya el mérito de lo que denominó “los mejores años en las relaciones ente Rusia y Estados Unidos”, ahora cuando su presidencia ya se acerca a su final, pocos dudan de quién es quién.
“Medvédev será recordado como un rostro más suave de la política exterior de Rusia”, dijo el investigador Steven Pifer, de la Institución Brookings de Washington.
“Washington siempre ha admitido que Putin como primer ministro participó en la mayor parte de las decisiones de la política exterior”, indicó. “Y si estuviera en contra, no habría ningún reinicio, ni el nuevo START, tampoco Rusia habría apoyado el embargo contra Irán.”
Activismo en Internet
La presidencia de Medvédev coincidió también con el espectacular desarrollo del Internet en Rusia, que actualmente cuenta con más de 50 millones de usuarios, el mayor número de Europa, según el estudio realizado en septiembre de 2011 por la compañía investigadora ComScore.
A diferencia del tecnófobo Putin, Medvédev usa nuevas tecnologías y hasta lanzó una cuenta en Twitter (objeto de burlas despiadadas) y les felicita personalmente a los ciudadanos rusos con motivo del día de su cumpleaños a través de las redes sociales. A mitad de su turno en el Kremlin, fue apodado por los internautas “el bloguero jefe de Estado”, debido a su notable impotencia política y su pasión por Internet.
“Está claro que por lo menos en perspectiva histórica a Medvédev le atribuirán la responsabilidad por mayor actividad en Internet, en particular la aparición del renombrado bloguero luchador contra la corrupción Alexei Navalny. Podía reprimirlo, pero no lo hizo”, dijo el jefe del Centro de Estudios Mediáticos, famoso bloguero ruso Alexander Morozov.
“Pero tampoco lo permitía todo”, agregó. “Tuvo lugar la persecución de elementos radicales de la comunidad internauta durante el mandato de Medvédev, y no hizo nada para detenerla.”
Navalny, quien intentó desenmascarar la corrupción de burócratas y otros funcionarios públicos, fue el perfil alto de la nueva generación de activistas de la red que sirvió a la audiencia que ansiaba noticias y comentarios independientes de los medios nacionales controlados por el Estado. La comunidad internauta rusa tuvo también un papel decisivo en la organización y la promoción de las protestas masivas contra Putin que en un momento dado amenazaron cambiar para siempre el panorama político de Rusia.
“Medvédev manifestó también la disposición de burlarse de sí mismo en la red, con lo que dio un toque de ligereza al Kremlin, algo imposible con Putin, austero y seco. Cuando en 2011 en YouTube salió un vídeo con Medvédev bailando al son de la famosa canción rusa American Boy, a uno de los comentarios cuyo autor dijo “baila como mi padre”, respondió con un tono chistoso “A lo mejor es verdad, probablemente es cuestión de edad.”
Asimismo, la secretaria de prensa de Medvédev señaló que el mandatario no entendió la decisión de retirar la parodia a su baile de un show televisivo que salía en el horario central. “El presidente toma las parodias con calma”, dijo su portavoz Natalia Timakova. “Y hasta que publicó unas de las mejores en su cuenta en Twitter”, agregó.
¿Hacia un futuro más brillante?
En una entrevista televisiva en vivo, una semana antes de que concluyera su presidencia, Medvédev confesó que “cuatro años no es mucho” y es que simplemente le faltó tiempo para plasmar en vida todas las reformas prometidas.
Pero en su entrevista, de hecho última como presidente, negó sentir frustración alguna por su mandato presidencial.
“Claro está que estuve de mal humor”, dijo en la entrevista difundida por la televisión estatal a finales de abril. “Muy de mal humor, pero nunca me desesperé.”
Y algunos admiten que en el cargo de primer ministro tendrá un período de trabajo más eficiente.
“Su herencia será más visible si sigue realizando su política de liberalización en el gobierno”, dijo Rahr. “Así será reconocido como el que desvió a Rusia desde el camino de autoritarismo”, concluyó.
El actual primer ministro y presidente electo de Rusia, Vladimir Putin, será investido jefe de Estado por la tercera vez el próximo 7 de mayo.

En agosto próximo se cumplirán 13 años desde que asumió de hecho el liderazgo de Rusia. Al inicio, ocupaba el cargo del primer ministro pero, con un presidente Boris Yeltsin que estaba enfermo y tenía capacidades limitadas, las riendas del poder en Rusia estuvieron en manos de Putin.

Después, Putin fue presidente durante ocho años y una vez concluido su segundo mandato presidencial fue nombrado primer ministro, aunque todos entendían quién era el socio principal en el tándem gobernante Putin-Medvédev.
Hacia el fin de su tercer mandato presidencial Vladimir Putin tendrá 65 años y llevará ya casi 19 años en el poder.
Es difícil pronosticar cómo será Putin en este momento. Pero, teniendo en cuenta que las personas de edad madura no suelen cambiar, no hay motivos para esperarlo del presidente de Rusia. Por otro lado, la situación a escala global sí que cambia drásticamente y los políticos, independientemente de su voluntad, se ven obligados a adaptarse a estos cambios, a veces dando bruscos virajes.
Pasados 13 años, la imagen de Putin ha cambiado. A finales de los años 90 y principios del 2000 Putin se comportaba como hombre cauteloso y reservado, poco acostumbrado a ser el centro de atención, aunque desde el inicio gozaba de la habilidad profesional de escuchar a su interlocutor y atraerle a su lado.
Hoy en día, Putin es un político público, seguro de sí mismo, que se siente bien ante cualquier auditorio y emplea mucho tiempo para crear su propia imagen.

Pero a juzgar por todo, la postura de Putin no ha cambiado. El presidente electo de Rusia tiene una idea clara sobre las vías de desarrollo del país que se puede caracterizar como conservadurismo moderado.
Suscita nostalgia por la Unión Soviética en su retórica, pero Putin al mismo tiempo considera imposible e indeseable el regreso al pasado soviético. En general, el Gobierno de Putin representaba una coalición de políticos liberales, que controlaban el desarrollo de la política económica de Rusia desde los principios de los noventa, y representantes de las fuerzas del orden que reforzaron considerablemente su influencia en los 2000.
Cualquier coalición debe buscar fórmulas de compromiso y respetar intereses mutuos. Esto conllevó la imposición del capitalismo estatal en Rusia con una rígida política fiscal y buenos indicadores macroeconómicos, pero demasiado monopolizado e incapaz de introducir innovaciones eficaces.
El sistema político ruso refleja la convicción de Putin de que el Estado y la sociedad rusa está en el período de transición y todavía no ha recobrado el sentido tras el colapso de la URSS, por eso no está preparada a la democracia pluralista.
Putin no está en contra de la democracia como tal, lo que le distingue de los múltiples partidarios del concepto de un cierto camino especial del desarrollo de Rusia. Pero Putin declaró en reiteradas ocasiones que esta democracia puede ser el resultado de una larga evolución, única para cada país.
Según Putin, el "control manual" en Rusia es y será imprescindible antes de que el país alcance un grado suficiente de madurez cívica y política.
Putin sigue el ejemplo de muchos conservadores rusos que siempre pedían que les diesen tiempo, varios años de paz y tranquilidad durante los que estaban dispuestos a convertir a Rusia en el país más grande.
Pero según muestra la experiencia, no había ese tiempo en la historia. Algo pasaba y aquellos acontecimientos lo cambiaban todo. Hoy, sin embargo, vuelve a haber esperanzas en la estabilidad.
Al reunirse con un grupo de expertos en la antesala de las elecciones presidenciales que se celebraron en Rusia el pasado 4 de marzo, Putin dijo con entusiasmo que él, junto con sus partidarios, había logrado restablecer la estructura del Estado, pero que es necesario “acabar la construcción”.
Es una comparación premeditada o casual con la época de Perestroika, impulsada por Mijail Gorbachov, el último presidente de la extinta Unión Soviética. Pero esta vez no se propone destruir y construir de nuevo sino perfeccionar lo que existe.
En general, el “síndrome de la Perestroika” es propio de la élite gobernante actual. Putin y sus compañeros avanzaban hacia el apogeo de su carrera cuando se desintegró la URSS. Recuerdan muy bien que es muy corta la distancia entre las grandes esperanzas, las buenas intenciones y un colapso total.

Estos recuerdos emocionales paralizan su deseo de cambiar algo, porque temen repetir los errores de Gorbachov. Es evidente que ciertas medidas de precaución tomadas a base de la anunciada experiencia podrían ser muy útiles, pero en este caso se reduce drásticamente la capacidad de aplicar medidas decisivas, de esas que parten de cualquier “peso pesado” de la política.
Putin, por ejemplo, prefiere no despedir a los empleados. Lo hace sólo en caso extremo y casi nunca si siente la presión de la opinión pública que exige liberarse de un funcionario. Si alguien comete un error grave, Putin espera que la ola de indignación decaiga y luego nombra al funcionario poco popular a un otro puesto explicándolo por otro motivo.
Parece que ahora Vladimir Putin ha entendido que uno de los puntos débiles de su gobierno es que los ciudadanos de Rusia están cansados de los mismos funcionarios que durante más de diez años aparecen en las pantallas de televisión.
Por eso es probable que el Gobierno de Rusia sea renovado, mientras que los que pertenecen al entorno más próximo de Putin sean trasladados al Gabinete de la Presidencia, donde centrarán menos atención.
El conservadurismo de Putin se refleja asimismo en su postura en el ámbito de política exterior. A pesar de su retórica rígida, el presidente electo es en general demasiado cauteloso y reactivo. Durante los próximos años, estas calidades suyas pueden manifestarse aún más.
Putin considera que el mundo es muy peligroso, impredecible y caótico. Por eso es necesario sopesar todos los pros y los contras antes de emprender algo para evitar consecuencias imprevistas.
Como presidente tiene una idea clara sobre el puesto que Rusia debe ocupar en el mundo y está dispuesto a competir por este puesto, pero al mismo tiempo entiende perfectamente que no debería pasar de determinada raya.
Es posible que el mundo cambie dentro de seis años, cuando el tercer mandato presidencial de Vladimir Putin llegue a su fin. Y aunque Putin hizo mucho en el pasado, sus cualidades de jefe de Estado se evaluarán a base de los éxitos conseguidos durante la superación de las futuras dificultades.
El escenario mundial está convulsionado y en plena transición hacia un período multipolar. Diversos actores con influencia global, regional y local surgen en la periferia del espacio Euro-angloamericano y comienzan a cuestionar, en diversos grados y formas, a su predominio: China, Rusia, India, Brasil, Turquía e Irán, entre otros. Sus agendas comienzan diverger con los intereses de Estados Unidos y de sus aliados más próximos. Se suma a esto el agotamiento palpable de los recursos no renovables mientras que una “geopolítica de los recursos” deviene en marco teórico de los próximos conflictos. No es casual que entre los países mencionados existan amplios y vitales acuerdos de cooperación energética.

Las hipótesis de conflicto basadas en reclamos territoriales y en enfrentamientos de índole ideológica, cultural e incluso étnica traslucen mayormente su verdadera esencia: el acceso, control y la disposición de los recursos estratégicos y críticos. De minerales a alimentos; del agua al petróleo y así podemos recorrer una larga lista. Las potencias emergentes demandan cada vez más insumos para nutrir a sus pujantes producciones, con el objeto de expandir sus economías y posicionarse mejor en el sistema internacional.

Pero actualmente las relaciones con Estados Unidos no estan tan calmas sino mas bien tensas y por distintos motivos,saber:
  • Moscú responderá a los intentos de Washington de intervenir en sus asuntos internos, advirtió el portavoz de la Cancillería rusa, Alexander Lukashevich.

El funcionario se expresó en estos términos al comentar las declaraciones del embajador de Estados Unidos en Rusia, Michael McFaul, sobre el “caso Magnitski”.
“En Rusia no pasaron por alto las palabras del embajador Michael McFaul respecto a la restricción para la entrada en Estados Unidos para algunos funcionarios de nuestro país debido al “caso de Serguei Magnitski”, pues (según el jefe de misión) la medida se enmarca en la política que lleva a cabo la administración estadounidense en el ámbito de los derechos humanos”, señaló Lukashevich.

El portavoz de la Cancillería rusa calificó de “inadmisible” esta declaración, que no se corresponde con el espíritu de las relaciones ruso-estadounidenses y va en contra del principio de la inocencia.
Además, Lukashevich aseguró que Moscú no dejará sin respuesta los intentos de Washington de influir en su política interna.
  • Rusia podría desarrollar contramedidas más estrictas si EEUU no cambia sus planes respecto al sistema de defensa antimisiles en Europa tras la apertura de la conferencia del Ministerio de Defensa sobre la defensa antimisiles en Europa este 3 de mayo, según afirma el diario Kommersant.
    "Esta conferencia es el as de triunfos de Rusia. Hemos realizado un trabajo grande, complicado, hemos recopilado una gran cantidad de materiales audiovisuales. Si no somos capaces de persuadir a EEUU de ajustar sus planes actuales, será mucho más difícil hacerlo en el futuro. Tras la conferencia daremos a EEUU un tiempo para pensar y esperaremos la respuesta final, "- informó una fuente en el Estado Mayor de Rusia al periódico.
    La fuente se negó a pronosticar qué pasaría si EEUU no están de acuerdo con los argumentos de la Federación de Rusia. "En este escenario la última palabra sería la del comandante en jefe" – señaló la fuente.

El escudo antimisiles que está instalando Estados Unidos en Europa supone una mayor amenaza para China que para Rusia, según opina el jefe de la Dirección General de Cooperación Militar Internacional del Ministerio de Defensa de Rusia, Serguéi Kóshelev.
“El potencial nuclear chino será anulado mucho más temprano que el potencial ruso, ya que las posibilidades de defensa de China son mucho menores”, anunció Kóshelev en la Conferencia Internacional sobre el Escudo Antimisiles en Moscú. En su opinión, el país asiático reconoce este factor, pero “parece tener otra filosofía para garantizar la seguridad del país que solo la misma China puede explicar”.
EE. UU. empezó a desplegar el escudo antimisiles en Europa con el fin declarado de interceptar posibles ataques lanzados desde Irán. Por su parte, Rusia considera que los planes representan una amenaza para su seguridad y variarían la correlación de fuerzas en Europa. España, Portugal, Rumania, Polonia y Turquía son los países que acordaron el despliegue en su territorio de estas instalaciones militares de la OTAN.

  • El 24 de abril en el mar Amarillo se inició la fase activa de las maniobras ruso-chinas “Interacción marítima 2012”. Participan veinticinco buques de guerra, trece aviones, nueve helicópteros y dos unidades de tropas especiales de ambas partes.
Por la cantidad de fuerzas que participan y por el guión son, por lo visto, las de mayor envergadura de la historia contemporánea de las relaciones bilaterales.
En los ejercicios la parte rusa está representada por los grandes buques antisubmarinos “Almirante Tributs”, “Mariscal Sháposhnikov” y “Almirante Vinográdov”, y asimismo por buques de apoyo. El destacamento está encabezado por el buque insignia, el crucero portamisiles "Varyag".
China participa con dieciocho buques de guerra, entre ellos el destructor Harbín, cinco fragatas portamisiles, dos de las cuales cumplieron misiles de escolta de barcos en el Golfo de Adén.
De acuerdo con el guión se debe forzar una región “peligrosa”, se realizarán disparos con diferentes tipos de armas contra objetivos marítimos y aéreos, y simulacros de salvamento en el mar. Desde el aire helicópteros Ka-27 darán cobertura a los buques, y para las operaciones especiales se sumará al destacamento una unidad de infantes de marina de la Flota del Océano Pacífico.
Las maniobras tienen por objetivo fortalecer y fomentar las relaciones de asociación estratégica ruso-chinas y la interacción entre ambos países y sus Fuerzas Armadas.
Al mismo tiempo, la exhibición es uno de los aspectos centrales de cualquier simulacro militar. Y todo parece indicar que tan vasta exhibición de posibilidades de la asociación estratégica surgió en Rusia y China tras el anuncio hecho por EEUU sobre su nueva doctrina militar en la región Asia-Pacífico.

Durante su gira asiática de noviembre del año pasado, el presidente estadounidense, Barack Obama, definió varios avances palpables de la estrategia geopolítica norteamericana. Tras la retirada de Irak y en un futuro próximo de Afganistán, EEUU se propone reorientar su política de seguridad de Europa y Oriente Próximo en dirección de la región Asia-Pacífico.
Rusia, que este año celebra en Vladivostok la cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC), evidentemente tiene la mira puesta en el restablecimiento de su papel en la región. China, en general, no tiene donde meterse: sus principales zonas industriales están ubicadas en el litoral y el tráfico de exportación e importación pasa a través de las principales vías marítimas de Asia y el mar del Sur de China.
El designio de Estados Unidos de imponer su dominio sobre la región, dicho moderadamente, desconcierta a China y a Rusia también, y se convierte en factor de acercamiento sucesivo de estos países.
“Las actuales maniobras deben demostrar a EEUU que Rusia y China propugnan la cooperación militar en la región. Ambos países lo confirman uno al otro” –supone el director del semanario Nezavísimoie Voiénoie Obozrenie (Boletín Militar Independiente), Víctor Litovkin. Además, según el experto, para China es importante evidenciar el nivel de interacción con Rusia en el mar precisamente ahora, cuando se han agravado bruscamente los litigios territoriales entre China y Filipìnas y con otros países por las islas del mar del Sur de China. Litovkin centra la atención en el hecho de que ahora de forma igualmente ostentosa tienen lugar en esa región maniobras marítimas con participación de Estados Unidos y Filipinas. Además, cabe prestar atención a la entrada de buques de guerra norteamericanos en Vietnam, que asimismo reclama el archipiélago.
Las maniobras en el mar Amarillo devienen también un telón de fondo para el diálogo político entre las principales potencias de la región Asia-Pacífico.
A principios de mayo en Pekín se celebrará una nueva ronda del Diálogo chino-norteamericano sobre cuestiones estratégicas y económicas, con participación por parte de EEUU de la secretaria de Estado, Hillary Clinton y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner. Los participantes del diálogo no podrán eludir el tema de la correlación de fuerzas en la región Asia-Pacífico.
Por otra parte, para fines de mayo está prevista la cumbre ruso-norteamericana con participación del presidente electo Vladímir Putin. El reinicio del “reinicio” difícilmente transcurrirá sin que se discuta la situación en Asia.
  • Rusia afirmó que los “terroristas” que operan en Siria deben ser reprimidos con firmeza, un día después de que la explosión de una bomba en una mezquita en Damasco dejara 11 muertos, según la televisión estatal siria.

“Estamos convencidos de que los terroristas que operan en Siria deben ser reprimidos con firmeza y que todos los involucrados, tanto en el interior como en el exterior del país, deben impedir que reciban la ayuda que reclaman”, señala un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
“Estamos particularmente preocupados por los intentos de la intransigente oposición siria de agravar aún más la situación en el país y de incitar a la violencia, que cuesta la vida incluso de civiles inocentes”, continuó el texto.
La televisión oficial siria informó el viernes que una “explosión terrorista” ocurrida en el barrio de Midan, en Damasco, frente a la mezquita Zein al Abidin y cerca de una escuela.
Tradicional aliado de Siria, a la que abastece de armas, Rusia acusó ya en varias ocasiones a la oposición siria de violar el acuerdo de alto el fuego alcanzado entre las fuerzas gubernamentales y la oposición armada, una tregua auspiciada por el enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan.

El pasado jueves, Moscú acusó a la oposición siria de recurrir a la “táctica del terrorismo” y responsabilizó a los opositores de la mayoría de las violaciones de la tregua.
El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Mijail Bogdanov, también denunció los llamados de Occidente al uso de la fuerza bajo mandato de la ONU en Siria como consecuencia de los continuos incumplimientos del alto el fuego.
  • Rusia ha emprendido intensos preparativos durante los últimos meses para un posible ataque militar de Israel y los Estados Unidos contra Irán. Según informes recientes, el Estado Mayor ruso espera una guerra contra Irán este verano, con enormes repercusiones no sólo en Oriente Próximo, sino también en el Cáucaso. Se han actualizado técnicamente las tropas rusas en el Cáucaso, y una división de misiles situada en el mar Caspio se ha puesto a punto. Los misiles de crucero de la flotilla del mar Caspio están ahora situados en la costa de Daguestán.

    La única base militar rusa en el Cáucaso Sur, instalada en Armenia, está también en alerta contra una intervención militar. El otoño pasado, Rusia envió su portaaviones Kuznetsov al puerto sirio de Tartus tras la escalada del conflicto en Siria. Los expertos creen que Rusia apoyaría a Teherán en caso de guerra, al menos en el plano militar y técnico.
    En un comentario de abril, el General Leonid Ivashov, Presidente de la Academia de Ciencias geopolíticas, escribía que “una guerra contra Irán sería una guerra contra Rusia” y abogaba por una “alianza político-diplomática” con China e India. Se realizaron operaciones en todo el Oriente Próximo a fin de desestabilizar la región y proceder contra China, Rusia y Europa. La guerra contra Irán, escribió Ivashov, podría “llegar a nuestras fronteras, desestabilizar la situación en el Cáucaso Norte y debilitar nuestra posición en la región del Caspio”.
    Entre las preocupaciones fundamentales de Moscú se encuentran las consecuencias para el Cáucaso meridional en el caso de una guerra contra Irán. Armenia es el único aliado del Kremlin en la región, y tiene estrechos vínculos económicos con Irán, mientras que las vecinas Georgia y Azerbaiyán mantienen vínculos militares y económicos con los Estados Unidos e Israel.
    El Kremlin teme sobre todo que Azerbaiyán pueda participar en una alianza militar junto a Israel y los Estados Unidos contra Irán. Azerbaiyán limita con Irán, Rusia, Armenia y el mar Caspio y, desde mediados de la década de 1990, ha sido un importante aliado económico y militar de los Estados Unidos en el sur del Cáucaso, acogiendo varias bases militares estadounidenses.
    Las relaciones entre Irán y Azerbaiyán ya están muy tensas. Teherán ha acusado repetidamente a Bakú de participar en atentados y actos de sabotaje, probablemente en colaboración con los agencias de espionaje israelí y estadounidense. En los últimos años, Azerbaiyán ha duplicado su gasto militar y, en febrero, firmó un contrato de armas con Israel por 1.600 millones de dólares que incluía el suministro de aviones teledirigidos y sistemas de defensa de misiles.

    Citando fuentes superiores del Gobierno Obama, a finales de marzo, Mark Perry declaró a la revista estadounidense Foreign Policy que Bakú había permitido el acceso de Israel a varias bases aéreas en la frontera norte de Irán, que podrían usarse para un ataque aéreo contra Teherán. La revista cita a un alto funcionario del Gobierno: “los israelíes han comprado un aeropuerto y este aeropuerto es Azerbaiyán”. Perry advertía: “los estrategas militares deben tener en cuenta ahora un escenario de guerra, que incluye no sólo en el Golfo Pérsico, sino también el Cáucaso.”

    El Gobierno de Bakú negó inmediatamente el informe, pero el editor del periódico azerbaiyaní Neue Zeit, Shakir Gablikogly, sugirió que Azerbaiyán podría verse arrastrado a una guerra contra Irán.
    Incluso si Azerbaiyán no fuera el punto de partida para un ataque israelí contra Irán, existe el peligro de que la guerra produzca una escalada militar de otros conflictos, como las disputas territoriales entre Armenia y Azerbaiyán por Nagorno-Karabaj. La región ha sido independiente desde el final de la guerra civil en 1994, pero el Gobierno de Bakú, Estados Unidos y el Consejo Europeo insisten en considerarse como parte de Azerbaiyán. En los dos últimos años, ha habido repetidos conflictos fronterizos entre Armenia y Azerbaiyán, y los comentaristas han advertido de que los litigios podrían derivar en una guerra con Rusia, los Estados Unidos e Irán.
    En una reciente entrevista con Rusia Komsomolskaya Pravda, el experto militar Mikhail Barabanov afirmaba que los conflictos en la región post-soviética podrían conducir a una intervención militar en Rusia. Cualquier intervención en la región por parte de Estados Unidos o de otra potencia de la OTAN podría traer consigo “el riesgo inevitable de la utilización de armas nucleares”. Rusia tiene el arsenal nuclear más grande del mundo tras Estados Unidos.
    Debido a su importancia geoestratégica, Eurasia se ha convertido en el epicentro de las rivalidades económicas y políticas, y de los conflictos militares entre Estados Unidos y Rusia tras el colapso de la Unión Soviética. Azerbaiyán, Georgia y Armenia constituyen un puente entre los ricos recursos naturales de Asia Central y el mar Caspio por una parte, y Europa y el Mar Negro por la otra.
    Desde la década de 1990, Estados Unidos ha intentado ganar influencia en la región a través de alianzas económicas. En 1998, el futuro Vicepresidente estadounidense Richard Cheney, entonces alto ejecutivo del gigante de servicios petroleros Halliburton, declaraba: “No recuerdo la ocasión en que una región obtuviera tan rápidamente esa enorme importancia estratégica como ha sucedido con el mar Caspio.”
    En su libro The Grand Chessboard (El gran tablero de ajedrez) (1998), Zbigniew Brzezinski, Asesor de seguridad nacional del Presidente Jimmy Carter, escribía: “una potencia que domine Eurasia controlaría las dos terceras partes de las regiones más avanzadas y económicamente productivas del mundo. En Eurasia, hay aproximadamente tres cuartas partes de los recursos energéticos conocidos en el mundo.”
    La importancia central de la región radica en que es zona de paso para suministros de energía a Europa desde Asia, bordeando Rusia. Mediante el apoyo a proyectos de gaseoductos alternativos, Washington ha intentado debilitar los vínculos rusos con Europa, dependiente en gran medida del gas y petróleo ruso.
    Hasta ahora, Georgia es el país clave para el tránsito de los suministros de gas y petróleo y ha estado en el meollo de los conflictos en la región. En 2003, “La Revolución rosa” de Georgia fue instigada por Washington para llevar al poder a Mikhail Saakashvili como Presidente, a fin de salvaguardar los intereses económicos y estratégicos estadounidenses en la región. Ello condujo a una intensificación de las tensiones con Moscú por la supremacía geoestratégica. La guerra entre Georgia y Rusia en el verano de 2008 representa un paso adelante en la rivalidad entre los dos países, con la posibilidad de ampliarse a una guerra ruso-estadounidense. Las relaciones entre Rusia y Georgia siguen siendo muy tensas.
    La influencia de Estados Unidos en el Cáucaso y Asia Central ha disminuido considerablemente en los últimos años. Además de Rusia, China se ha convertido en una fuerza de peso en el área al establecer importantes lazos económicos y militares con los Estados de Asia Central, como Kazajstán. Aunque Rusia y China siguen siendo rivales, han establecido una alianza estratégica en su competencia con Estados Unidos. Para Estados Unidos, la guerra contra Irán representa una nueva etapa en su creciente confrontación con China y Rusia por el control de los recursos energéticos de Asia Central y Oriente Próximo.



Artículo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_39530.html




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4 comentarios:

  1. Muy buena publicación... un poco extensa, pero hay trabajo detrás.
    Como veras me he hecho seguidor de tu blog. Espero que podamos compartir enlaces con el mio www.bochaelsocilogo.blogspot.com

    Saludos rituales, Bocha.

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  2. gracias Bocha y ya estoy yendo a tu blog!!!

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  3. BIEN AHIIIIIIIIII!!!!

    Te felicito por la iniciativa. Este es el camino. Hablar, pregonar. Insistir. Me alegro que tngas ganas de dedicarle tiempo.
    Un abrazo.
    Mi sitio rediseñado está on-line también.
    www.comdi.com.ar
    Y con versión para dispostivos móviles (smartphones y tablet) en la misma url www.comdi.com.ar

    Un abrazo grande !!!

    Octavio

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  4. gracias Octavio!!!ya me voy a tu blog a agregarlo tambien como el de Bocha ayer!

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